• El emperador y sus delegados imperiales

Como habíamos dicho en el marco histórico, en tiempos de Jesús, el poderoso Imperio Romano había logrado su máximo alcance expansivo, era un Imperio que había penetrado con sus instituciones político-militares, respetando algunas instancias organizativas de algunas localidades y pueblos, tal es el caso de la región Palestinense, y a su vez, había también infiltrado modas, valores y patrones culturales que se reflejaban en las distintas clases sociales de modo distinto (sobre todo en las expectativas mesiánicas).

 

Había grupos en donde despertaba simpatía la invasión, tal es el caso de los saduceos, por ejemplo, en los Fariseos, más de clase media, despertaban cierta antipatía por contaminar los valores morales del Yavísmo, en los Zelotes, clases bajas, viendo cómo se perdía la identidad, se acentuaban las injusticias sociales y la marginación, el desprecio que despertaban los romanos los hacía empuñar las armas y organizarse como grupos de resistencia militar (guerrillas). En general, como pueblo dominado que era, no poseía gobierno propio, eran entonces los romanos quienes estructuraban, conforme a sus intereses colonialistas el gobierno en el territorio de Palestina. Para la época de Jesús, dicho gobierno estaba conformado por: el emperador Octavio Augusto, (es quien gobierna el imperio cuando nace Jesús), cuando él es asesinado, el emperador es Tiberio (hijo de la esposa de Octavio). 

 

El Rey en los territorios de Palestina, como dijimos anteriormente, era Herodes I, el Grande “hombre de talante helenista y origen árabe”. Fue puesto por el Senado romano como Rey vasallo de toda Palestina (año 37 a.C. al 4 a.C.). Estaba obligado a defender con sus tropas auxiliares las fronteras del Imperio que le correspondían. Ángel Calvo (Cfr. Para leer una Cristología elemental.), refiriéndose a la política herodiana, la cataloga de oportunista (“estar siempre al lado del que más mandase en Roma”) y de terrorista (“eliminar a los que podían aspirar a su puesto, principalmente a sus hijos”). Por eso, no es de extrañar que se le pueda atribuir una matanza de niños dentro de una (perspectiva) “teológica” y no “histórica”, pretendiendo hacer la analogía Faraón-Herodes, Moisés-Jesús en una lectura tipológica de la historia de salvación Moisés = tipo y Jesús, el anti-tipo, y en ese mismo orden de ideas, Faraón, Herodes. Por la aparición de un cometa en cielo romano, ya que según las tradiciones religiosas de la época, todo personaje de la historia tenía una estrella que le acompañaba desde su nacimiento. Es así, que el miedo a la aparición de un futuro soberano, que le pusiera en peligro la estabilidad de su gobierno, dio origen a la narración teológica de tan nefasta masacre de infantes de la cual nos habla el Evangelio. Con estrategias populistas pretendía mantener una cierta simpatía entre la gente haciendo muchísimas obras públicas y abriendo puestos de trabajo (construyó el Templo de Jerusalén, hizo acueductos, teatros, estadios deportivos, etc., ); antes de su muerte fraccionó su Reino en tres territorios y le entregó a tres de sus hijos el gobierno de los mismos, pero al gobierno central romano no le gustó mucho la idea, fue Asia que admitió el fraccionamiento en institución de esos tres gobernantes, pero tan sólo los reconoció como “gobernadores” no como “Reyes” como sí lo fue Herodes I.

 

Las gobernaciones fueron entonces así distribuidas Arquelao = virrey de Samaría y Judea; Herodes I, El Grande = “Rey” de toda Palestina; Herodes Antipas = virrey de Galilea y Perea; Filipo = virrey de Iturea y Traconida. Pero ésta distribución en la práctica duró muy poco, en el territorio de Arquelao, quien por su crueldad fue desterrado a Vienne (sur de Francia) y en su reemplazo Roma asignó procuradores romanos, el quinto de ellos es el más conocido, procurador Poncio Pilato, éste procurador era el protegido del hombre más influyente de Roma, el anti-judía Sejano. La descripción que Ángel Calvo nos hace al respecto de Pilato es la siguiente: “tenía como función controlar aquellas regiones nombrando o destituyendo al Sumo Sacerdote (especie de presidente de gobierno local judío), cobrar por medio de una red de agentes (los llamados publicanos) los tributos que se le imponían partiendo de las tazas de cobro que se hacían en los censos, y autorizar la ejecución de la pena de muerte, generalmente por delitos políticos... Pilato residía en Cesarea del Mar (Puerto). Provocó constantemente a los judíos... cuando Sejana cayó en desgracia y fue ejecutado, Pilato se quedó sin apoyo y fue depuesto por su superior Vitelio y enviado a Roma para rendir cuentas ante el emperador (año 37 d.C.). Cuando llegó a Roma, Tiberio había muerto, desterrado a las Galias parece que murió violentamente.” (Cfr. Para leer una Cristología elemental).

 

• El gobierno local judío: el sanedrín

Esta institución judía aparece entre los años 134 y 104 a.C. en tiempos de Juan Hircano, remontándose sus orígenes hasta la época de la dominación judía por parte de los Persas (223 - 187 a.C.). Este organismo se erigió como Corte Suprema de Israel y su nombre de origen griego (Synedrión) hacía referencia al “sentarse juntos”; veamos en una breve descripción los elementos de su organización:

 

1) ¿Quiénes lo conformaban?

Era integrado por 71 miembros seleccionados a partir de cuatro órdenes:

a) Un Sumo sacerdote en ejercicio de sus funciones a quien asesoran en sus decisiones los demás miembros de la corte.
b) Senadores.
c) Los Sumos Sacerdotes que habían sido dispuestos.
d) Algunos sacerdotes miembros de los Saduceos.
e) Algunos escribas Fariseos.

 

2) ¿Cuáles eran sus funciones?

Su función original principal era la de operar como corte de justicia y de ella derivaban otras funciones específicas; pero a ese objeto original, se le sumó durante la ocupación romana la función de gobernar al país bajo la tutela del gobierno central romano. Las otras funciones específicas que derivaban del sujeto original eran: 

a) Juzgar delitos contra la Ley de Israel

b) Fijar la doctrina que ilumine el cumplimiento fiel de la Ley

c) Controlar toda la vida religiosa del pueblo.

 

3) ¿Qué tanto era su poder coercitivo?

Su poder coercitivo fundamental emanaba de la Ley misma por su carácter esencialmente religioso: violar la norma era atentar contra el mismo Dios; pero además la corte podía fijar penas que podían alcanzar hasta la pena de muerte del infractor; en todo caso se ha discutido mucho si tal poder estaba vigente en tiempos de Jesús, porque todo parecía indicar que no podían condenarlo a muerte y por eso lo llevaron hasta el procurador Poncio Pilato, para que, con acusaciones no de tipo religioso, (que no bastaban, según ésta hipótesis, para condenarlo a muerte), sino de tipo político para que pudieran deshacerse definitivamente de él.

Además de todo lo anterior, para garantizar ese poder, el Sanedrín disponía de una tropilla de guardias (Jn. 18, 3.12) y también abarcaba un amplio territorio con una serie de pequeños Sanedrines de tres miembros, uno de ellos, haciendo las veces de Juez (Mt. 5,25).